¿Qué supone la Misa en Si de Bach para su autor? ¿Cuáles son las motivaciones de Bach para componerla? ¿Qué pretendía Bach con esta obra, tanto en sentido literal como musical o trascendente?
Hola, en cuanto a la primeras preguntas realizadas sobre la Misa en Si y mis investigaciones realizadas en la red, me gustaría destacar que las obras de Bach de carácter sagrado van más allá de la teoría musical y pretenden dar a conocer el mensaje teológico y espiritual de este compositor de confesión luterana.
En cuanto a la misa en si, no es la única, pero si la más importante. El propio Bach consideró que debía ser su Gran Misa (su primer editor (Näggeli, 1817) diría que era "la obra musical más grande de todos los tiempos y de todos los pueblos"). Curiosamente, esta misa fue surgiendo de distintas obras suyas, según costumbre no sólo de Bach, sino de su época.
Para la composición de la misa se dan varios factores de tipo social y religioso-musical. Bach no se sentía bien en su trabajo y aspiraba a otro mejor y, para eso, encontró una manera de abarcar otro género hasta entonces no practicado por él.
En un primer lugar resaltaría unas razones de tipo laboral
En julio de 1733 murió el Rey Augusto el Fuerte dejando la sucesión a manos de Federico Augosto III, Elector de Sajonia. Durante el duelo decretado Bach se decidió a pedir protección al futuro Rey ya que, según carta dirigida al susodicho, había visto rebajado su sueldo en los cargos de Director de la Música en las principales iglesias de Leipzig, entre otros agravios. Obtuvo la respuesta afirmativa a esta petición en 1736 y fue nombrado Compositor de la Capilla de la Corte Real de Dresde. En el periodo de duelo parece que se interpretó la Misa (Kyrie-Gloria) en una visita del Elector de Sajonia al ayuntamiento de Leipzig, momento en el cual quiso realzar Bach su figura como Cantor y director de la música en la ciudad.
Razones religioso-musicales, son más bien coyunturales de las propias composiciones, no indican una postura personal de Bach
Las razones de su composición no son muy claras pero hay varias opiniones. Unos dicen que a partir del nombre que Bach puso a toda esta misa, “Gran Misa Católica”, nombre que aparece en el inventario de 1790, parece indicar que el compositor quiso hacer una misa para la liturgia católica romana y dejar constancia de su capacidad para crear en este género.
Según el libro de John Butt, “Vida de Bach”, en la década de 1740 Bach hizo copias de las misas de compositores católicos como Lotti, Caldara, Bassani y Palestrina para su interpretación en Leipzig. Este contacto con las misas católicas pudiera haberle motivado musicalmente para la composición de esta Misa en Si menor. Para darle forma tomó las partes comunes a las dos liturgias, Kyrie y Gloria (movimientos que juntos formaban la llamada Misa Brevis), el Credo denominado por Bach Symbolum Niceum, el Sanctus, que ya se conocía en 1724, y el Osanna, Benedictus, Agnus Dei y Dona Nobis Pacem, que son adaptaciones de coros de cantatas a los que introduce el texto en latín en sustitución del alemán. Esto demuestra el carácter ecléctico y reciclador de Bach en esta composición.
Bibliografía - Historia de la música en 6 bloques de Roberto L. Pajares Alonso - Vida de Bach – John Butt - Johann Sebastian Bach, El Músico Sabio – Christoph Wolff
Manolo: Efectivamente, Bach hace en su música sacra lo que los grandes pintores y escultores renacentistas y barrocos, y los arquitectos medievales: integra el, digámosle así, resultado sonoro con numerología simbolista cristiana y con la finalidad de ofrecer un mensaje trascendente, arcano -puesto que únicamente lo podemos entender los músicos, y aun así, los avisados- y, al mismo tiempo, abierto al entendimiento libre del oyente.
Por otra parte, Guillermo (y Manolo, y los demás, claro), ¿no resulta curioso que Bach fuese "ecléctico" en una obra tan principal? ¿No hubiese sido más lógico construir todo desde cero (no reutilizar materiales de otras obras) y que el significado de cada nota fuese único para esa obra? ¿O, acaso, quería Bach decir algo con ello?
Juan supone el culmen del estilo vocal de Bach conjuntamente con la Pasión según Mateo. Aunque se compuso en diferentes períodos de tiempo es considerada con una de las últimas obras del compositor ya que la terminó en 1849, un año antes de su muerte. Qué pretendía: asegurar una cita en la corte. In 1733 presentó su propia misa a cinco voces (era el Kyrie y el Gloria). El puesto le fue concedido en 1736. También se puede hablar de un cambio en el foco de atención del compositor hacia la iglesia, universidad y el estudio de la música eclesiástica latina.
¿Cómo habríais planteado vosotros una misa monumental, de estar en las condiciones y situación de Bach? ¿Habríais cambiado algo del planteamiento de Bach, o es éste el mejor posible (evidentemente no espero que ninguno contestéis esta segunda opción)?
Creo que es bastante complicado saber cómo habríamos plantedo una misa en las circunstancias de Bach, lo que si que creo es que cada compositor conoce sus obras mejor que nadie, es decir, de las dos opciones barajadas (consturcción a partir de materiales de otras obras, o nuevos), Bach utiliza la primera de ellas, como una recopilación de diferentes apuntes simbológicos musicales, que unidas a través de esta gran nueva obra recobran una simbología aún mayor. Por ejemplo (siguiendo el rumbo religioso): Los diferentes libros de la Biblia tienen una simbología y un significado propio independiente de los demás, sin embargo, unidos en este compendio de Libros Sagrados (pilar básico del cristianismo) poseen una simbológica mucho más profunda y relevante. Tras esta breve reflexión me surge una pregunta: ¿Pasaría por la mente de Bach la idea de realizar una composición de la magnitud y la importancia de la Biblia, con una simbología independiente y de una mayor fuerza como unidad?
En cuanto al eclecticismo de la Misa en Si menor, creo que la principal circunstancia que lo motiva es la génesis del Ordinario de la Misa. Quiero decir, que el Ordinario, compuesto por Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei (excluyendo el sexto elemento, Ite Missa est, que cayó en desuso durante el Renacimiento), es ecléctico per se: Cada uno de sus elementos se originó en épocas distintas, bajo diversas circunstancias, y con distintos usos y significados.
Por ejemplo, el Kyrie, escrito originalmente en griego, data de los tiempos en que la liturgia se celebraba en este idioma. Pudo haberse introducido en el rito Romano hacia finales del s. V. En cuanto al Gloria, consiste de varios elementos: Un himno (Lc 2:14), aclamaciones, peticiones y doxología (expresión de adoración a Dios). Aparece, también en griego, hacia el s. IV, siendo parte de la Misa ya en el s. VI, y en el s. XI deviene un elemento permanente del Ordinario. El Credo data del s. IV, cuando Constantino convoca el Concilio de Nicea para luchar contra el Arrianismo, aunque no se introduce en el rito Romano hasta el s. XI. El Sanctus es un caso curioso, ya que contiene elementos tanto del Antiguo (Is 6:30) como del Nuevo Testamento (Mt 21:9). Es asimismo el más antiguo, ya que data del s. II. Mientras tanto, el Agnus Dei viene a formar parte de la Misa Romana hacia el s. VII. El texto tiene también origen bíblico (Jn 1:29: “He aquí al Cordero de Dios [...] que quita el pecado del mundo.”)
En realidad, el único elemento unificador del Ordinario de la Misa (obviando, claro está, el hecho de que forme parte de la misma) parecen ser las realizaciones polifónicas del texto. De hecho, es la Messe de Nostre Dame de Guillaume de Machaut (ca. 1350) la primera compuesta por una misma persona como un ciclo completo. Hasta entonces, las Misas polifónicas existentes (Misa de Tournai, Misa de Toulouse, Misa de Barcelona) parecen ser compilaciones.
Otra cosa es que el eclecticismo de Bach (que, dicho sea de paso, no sólo se da en esta obra, ya que era muy dado a componer “en estilo”) se deba a la naturaleza del texto y no a otro u otros motivos, claro está...
Por otro lado, la preferencia de los compositores por el ordinario parece apuntar a la posibilidad de que la obra sea interpretada más de una vez al año, cosa que no suele ocurrir con el Propio, ni siquiera con el Ordinario bajo determinadas circunstancias, como pudiera ser la elección de unos u otros canti firmi.
En cuanto a la pregunta de cómo habría planteado yo una misa monumental en las circunstancias de Bach, tengo que comentar que ya he vivido una circunstancia parecida: mi proyecto de fin de carrera de composición fue una misa, que aunque no sea tan monumental (según se mire, porque trabajo me costó) como la de Dios, quiero decir Bach, pretendía casi más ser juzgada que interpretada. Una obra variada en estilo y procedimientos compositivos, en mi opinión, tiene a priori más posibilidades de agradar a quien va a juzgarla, o al menos captar y mantener su atención, y máxime cuando las proporciones de la misma son tan grandes (no es mi caso).
En resumen, me parece que Bach tenía motivos más que suficientes para que la “Gran Misa Católica” muestre tal eclecticismo.
Bibliografía:
STAUFFER, George B.: Bach: the mass in b minor. Yale, 2003.
BUTT, John (Ed.): The Cambridge Companion to Bach. Cambridge, 1997.
Bueno, veo que algunos compañeros han comentado ya sobre la Misa y algunos comentarios son muy interesantes, pero quizá ayudarían algunos ejemplos y no sólo decir tal o cual idea.
Referente a lo que añade Guillermo sobre las cuestiones sociales que llevan a Bach a componer la Misa…
Bach daba extrema importancia el ser reconocido socialmente por medio de un título cortesano y de Federico Augusto quería el título de compositor de la corte sajona ya que los miembros de las clases sociales bajas aspiraban siempre a aminorar su sentimiento de inferioridad social ante los que ostentan el poder. Bach, al parecer, movido por tales sentimientos escribiría el 27 de julio de 1733 una petitoria firmada por su “más humilde y obediente siervo Johann Sebastian Bach” según la cual “ruego a vuestra Alteza Serenísima tenga a bien concederme una gracia y otorgarme un título en vuestra capilla de la corte […]; Una muestra tal de vuestra benevolencia accediendo a mi humilde ruego me obligará a eterna gratitud […]”. (como bien dice Guillermo pedía la protección del futuro rey) Junto con esta petitoria mandaba con su “más profunda devoción”, una parte vocal del Kyrie y Gloria de la Misa. El título no lo consiguió hasta 3 años después.
Del otro tema que se ha tocado aquí, el del uso de composiciones anteriores en la misa… puedo profundizar un poquito añadiendo que la reutilización de material era normal en todo Bach, no solo en la Misa.
Por ejemplo, en el Oratorio de Navidad casi todas las arias y coros pertenecen a antiguas composiciones. En el caso de la Misa en Si menor, según Friedemann Otterbach se encontrarían al menos 7 composiciones previas, aunque creo que habría más, casi la decena. No voy a comentar los 7 casos, entre otras cosas porque no soy tan erudito y sinceramente, no los sé… pero sí conozco el del Crucifixus y espero que sirva de ejemplo.
En la cantata Weinen, Klagen, Sorgen, Zagen (BWV 12), donde se canta al duelo de la muerte, el bajo instrumental toca doce veces seguidas una sucesión de notas que forman con las notas de los extremos un intervalo de 4ª descendente, Fa - Do, y se han rellenado cromáticamente. Pues para el Crucifixus de la Misa, Bach, reutiliza este pasaje para el bajo instrumental y da una impresión de estatismo en su constante repetición y transcurso regular: un canto fúnebre conmovedor compuesto 35 años antes para la cantata que se volvía a utilizar!! Ya sabemos que las palabras en Bach tenían estrecha relación con la música. Y es curioso observar cómo para textos que tratan de algo que va contra la regla y el orden o describen una situación fuera de la armonía natural de la vida se utilizan pasajes cromáticos. Al parecer el uso del cromatismo en torno al campo conceptual y afectivo del sufrimiento, el dolor, el llanto o los lamentos provienen de la tradición italiana católica que resulta del deseo de hacer resaltar artísticamente la emoción anímica.
El hecho de parodiar su propia música también planteaba un problema que era el de escribir un texto sobre algo ya compuesto. Es difícil concordar la construcción estrófica de un texto, su división en versos, frases, palabras, el contenido del texto, su mensaje, el contenido afectivo… con la música ya compuesta.
Y bueno, aparte del uso de la técnica de la parodia de su propia música, habría que comentar la firme presencia del coro, al cual se le asignan 17 piezas de un total de 26, que siguen a menudo procedimientos arcaicos, sin duda renacentistas por el hecho de estar elaborados según el “stilo antico”, de sencilla impronta luterana, que obstaculiza la concepción glorificante de otras páginas según módulos típicos del catolicismo barroco.
Un ejemplo que viene al caso es el Symbolum Nicenum, que está dividido en 9 partes, de las cuales 7 son corales; cada página obedece a un diseño riguroso y geométrico con una estructura simétrica, es decir que… mmm… no se explicarlo… jajaja Bueno, a ver si con una tablita vemos la simetría mejor. Si el Symbolum tiene 9 partes…
1. Credo Coro – estilo antiguo 2. Patrem Coro – estilo moderno 3. Et in unum Dominum Solo – estilo moderno 4. Et incarnatus Coro – estilo de transi 5. Crucifixus Coro – estilo antiguo 6. Et resurrexit Coro – estilo moderno 7. Et in Spiritum sanctum Solo – estilo moderno 8. Confiteor Coro – estilo antiguo 9. Et experto Coro – estilo moderno
Este Symbolum Nicenum constituye la 2ª parte de las 4 en las que se divide la Misa, ya que la Misa en Si menor, como el Oratorio de Navidad, no fue concebida para ser ejecutada de una sola vez, si no en plan “ciclo”. No está concebida como un todo único, sus 4 partes distintas son:
1. Misa (Kyrie y Gloria). 2. Symbolum Nicenum (Credo). 3. Sanctus (sin Hosanna y Benedictus). 4. Hosanna, Benedictus, Agnus Dei y Dona nobis pacem.
Hola, en cuanto a la primeras preguntas realizadas sobre la Misa en Si y mis investigaciones realizadas en la red, me gustaría destacar que las obras de Bach de carácter sagrado van más allá de la teoría musical y pretenden dar a conocer el mensaje teológico y espiritual de este compositor de confesión luterana.
ResponderEliminarEn cuanto a la misa en si, no es la única, pero si la más importante. El propio Bach consideró que debía ser su Gran Misa (su primer editor (Näggeli, 1817) diría que era "la obra musical más grande de todos los tiempos y de todos los pueblos"). Curiosamente, esta misa fue surgiendo de distintas obras suyas, según costumbre no sólo de Bach, sino de su época.
ResponderEliminarPara la composición de la misa se dan varios factores de tipo social y religioso-musical. Bach no se sentía bien en su trabajo y aspiraba a otro mejor y, para eso, encontró una manera de abarcar otro género hasta entonces no practicado por él.
ResponderEliminarEn un primer lugar resaltaría unas razones de tipo laboral
En julio de 1733 murió el Rey Augusto el Fuerte dejando la sucesión a manos de Federico Augosto III, Elector de Sajonia.
Durante el duelo decretado Bach se decidió a pedir protección al futuro Rey ya que, según carta dirigida al susodicho, había visto rebajado su sueldo en los cargos de Director de la Música en las principales iglesias de Leipzig, entre otros agravios. Obtuvo la respuesta afirmativa a esta petición en 1736 y fue nombrado Compositor de la Capilla de la Corte Real de Dresde.
En el periodo de duelo parece que se interpretó la Misa (Kyrie-Gloria) en una visita del Elector de Sajonia al ayuntamiento de Leipzig, momento en el cual quiso realzar Bach su figura como Cantor y director de la música en la ciudad.
Razones religioso-musicales, son más bien coyunturales de las propias composiciones, no indican una postura personal de Bach
Las razones de su composición no son muy claras pero hay varias opiniones. Unos dicen que a partir del nombre que Bach puso a toda esta misa, “Gran Misa Católica”, nombre que aparece en el inventario de 1790, parece indicar que el compositor quiso hacer una misa para la liturgia católica romana y dejar constancia de su capacidad para crear en este género.
Según el libro de John Butt, “Vida de Bach”, en la década de 1740 Bach hizo copias de las misas de compositores católicos como Lotti, Caldara, Bassani y Palestrina para su interpretación en Leipzig. Este contacto con las misas católicas pudiera haberle motivado musicalmente para la composición de esta Misa en Si menor.
Para darle forma tomó las partes comunes a las dos liturgias, Kyrie y Gloria (movimientos que juntos formaban la llamada Misa Brevis), el Credo denominado por Bach Symbolum Niceum, el Sanctus, que ya se conocía en 1724, y el Osanna, Benedictus, Agnus Dei y Dona Nobis Pacem, que son adaptaciones de coros de cantatas a los que introduce el texto en latín en sustitución del alemán.
Esto demuestra el carácter ecléctico y reciclador de Bach en esta composición.
Bibliografía
- Historia de la música en 6 bloques de Roberto L. Pajares Alonso
- Vida de Bach – John Butt
- Johann Sebastian Bach, El Músico Sabio – Christoph Wolff
Queridos todos:
ResponderEliminarManolo: Efectivamente, Bach hace en su música sacra lo que los grandes pintores y escultores renacentistas y barrocos, y los arquitectos medievales: integra el, digámosle así, resultado sonoro con numerología simbolista cristiana y con la finalidad de ofrecer un mensaje trascendente, arcano -puesto que únicamente lo podemos entender los músicos, y aun así, los avisados- y, al mismo tiempo, abierto al entendimiento libre del oyente.
Por otra parte, Guillermo (y Manolo, y los demás, claro), ¿no resulta curioso que Bach fuese "ecléctico" en una obra tan principal? ¿No hubiese sido más lógico construir todo desde cero (no reutilizar materiales de otras obras) y que el significado de cada nota fuese único para esa obra?
¿O, acaso, quería Bach decir algo con ello?
Juan
ResponderEliminarsupone el culmen del estilo vocal de Bach conjuntamente con la Pasión según Mateo. Aunque se compuso en diferentes períodos de tiempo es considerada con una de las últimas obras del compositor ya que la terminó en 1849, un año antes de su muerte.
Qué pretendía: asegurar una cita en la corte. In 1733 presentó su propia misa a cinco voces (era el Kyrie y el Gloria). El puesto le fue concedido en 1736. También se puede hablar de un cambio en el foco de atención del compositor hacia la iglesia, universidad y el estudio de la música eclesiástica latina.
Vale, habéis mirado la Wikipedia esa. Pero podéis hacerlo mejor: ¿alguna apreciación de vuestra propria cosecha?
ResponderEliminarPor ejemplo, se me ocurre lo siguiente:
ResponderEliminar¿Cómo habríais planteado vosotros una misa monumental, de estar en las condiciones y situación de Bach? ¿Habríais cambiado algo del planteamiento de Bach, o es éste el mejor posible (evidentemente no espero que ninguno contestéis esta segunda opción)?
Por cierto, Guillermo, bastante buena tu investigación y buen detalle la bobliografía. :)
ResponderEliminarCreo que es bastante complicado saber cómo habríamos plantedo una misa en las circunstancias de Bach, lo que si que creo es que cada compositor conoce sus obras mejor que nadie, es decir, de las dos opciones barajadas (consturcción a partir de materiales de otras obras, o nuevos), Bach utiliza la primera de ellas, como una recopilación de diferentes apuntes simbológicos musicales, que unidas a través de esta gran nueva obra recobran una simbología aún mayor.
ResponderEliminarPor ejemplo (siguiendo el rumbo religioso):
Los diferentes libros de la Biblia tienen una simbología y un significado propio independiente de los demás, sin embargo, unidos en este compendio de Libros Sagrados (pilar básico del cristianismo) poseen una simbológica mucho más profunda y relevante.
Tras esta breve reflexión me surge una pregunta: ¿Pasaría por la mente de Bach la idea de realizar una composición de la magnitud y la importancia de la Biblia, con una simbología independiente y de una mayor fuerza como unidad?
En cuanto al eclecticismo de la Misa en Si menor, creo que la principal circunstancia que lo motiva es la génesis del Ordinario de la Misa. Quiero decir, que el Ordinario, compuesto por Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei (excluyendo el sexto elemento, Ite Missa est, que cayó en desuso durante el Renacimiento), es ecléctico per se: Cada uno de sus elementos se originó en épocas distintas, bajo diversas circunstancias, y con distintos usos y significados.
ResponderEliminarPor ejemplo, el Kyrie, escrito originalmente en griego, data de los tiempos en que la liturgia se celebraba en este idioma. Pudo haberse introducido en el rito Romano hacia finales del s. V. En cuanto al Gloria, consiste de varios elementos: Un himno (Lc 2:14), aclamaciones, peticiones y doxología (expresión de adoración a Dios). Aparece, también en griego, hacia el s. IV, siendo parte de la Misa ya en el s. VI, y en el s. XI deviene un elemento permanente del Ordinario. El Credo data del s. IV, cuando Constantino convoca el Concilio de Nicea para luchar contra el Arrianismo, aunque no se introduce en el rito Romano hasta el s. XI. El Sanctus es un caso curioso, ya que contiene elementos tanto del Antiguo (Is 6:30) como del Nuevo Testamento (Mt 21:9). Es asimismo el más antiguo, ya que data del s. II. Mientras tanto, el Agnus Dei viene a formar parte de la Misa Romana hacia el s. VII. El texto tiene también origen bíblico (Jn 1:29: “He aquí al Cordero de Dios [...] que quita el pecado del mundo.”)
En realidad, el único elemento unificador del Ordinario de la Misa (obviando, claro está, el hecho de que forme parte de la misma) parecen ser las realizaciones polifónicas del texto. De hecho, es la Messe de Nostre Dame de Guillaume de Machaut (ca. 1350) la primera compuesta por una misma persona como un ciclo completo. Hasta entonces, las Misas polifónicas existentes (Misa de Tournai, Misa de Toulouse, Misa de Barcelona) parecen ser compilaciones.
Otra cosa es que el eclecticismo de Bach (que, dicho sea de paso, no sólo se da en esta obra, ya que era muy dado a componer “en estilo”) se deba a la naturaleza del texto y no a otro u otros motivos, claro está...
Por otro lado, la preferencia de los compositores por el ordinario parece apuntar a la posibilidad de que la obra sea interpretada más de una vez al año, cosa que no suele ocurrir con el Propio, ni siquiera con el Ordinario bajo determinadas circunstancias, como pudiera ser la elección de unos u otros canti firmi.
En cuanto a la pregunta de cómo habría planteado yo una misa monumental en las circunstancias de Bach, tengo que comentar que ya he vivido una circunstancia parecida: mi proyecto de fin de carrera de composición fue una misa, que aunque no sea tan monumental (según se mire, porque trabajo me costó) como la de Dios, quiero decir Bach, pretendía casi más ser juzgada que interpretada. Una obra variada en estilo y procedimientos compositivos, en mi opinión, tiene a priori más posibilidades de agradar a quien va a juzgarla, o al menos captar y mantener su atención, y máxime cuando las proporciones de la misma son tan grandes (no es mi caso).
En resumen, me parece que Bach tenía motivos más que suficientes para que la “Gran Misa Católica” muestre tal eclecticismo.
Bibliografía:
STAUFFER, George B.: Bach: the mass in b minor. Yale, 2003.
BUTT, John (Ed.): The Cambridge Companion to Bach. Cambridge, 1997.
Bueno, veo que algunos compañeros han comentado ya sobre la Misa y algunos comentarios son muy interesantes, pero quizá ayudarían algunos ejemplos y no sólo decir tal o cual idea.
ResponderEliminarReferente a lo que añade Guillermo sobre las cuestiones sociales que llevan a Bach a componer la Misa…
Bach daba extrema importancia el ser reconocido socialmente por medio de un título cortesano y de Federico Augusto quería el título de compositor de la corte sajona ya que los miembros de las clases sociales bajas aspiraban siempre a aminorar su sentimiento de inferioridad social ante los que ostentan el poder. Bach, al parecer, movido por tales sentimientos escribiría el 27 de julio de 1733 una petitoria firmada por su “más humilde y obediente siervo Johann Sebastian Bach” según la cual “ruego a vuestra Alteza Serenísima tenga a bien concederme una gracia y otorgarme un título en vuestra capilla de la corte […]; Una muestra tal de vuestra benevolencia accediendo a mi humilde ruego me obligará a eterna gratitud […]”. (como bien dice Guillermo pedía la protección del futuro rey) Junto con esta petitoria mandaba con su “más profunda devoción”, una parte vocal del Kyrie y Gloria de la Misa. El título no lo consiguió hasta 3 años después.
Del otro tema que se ha tocado aquí, el del uso de composiciones anteriores en la misa… puedo profundizar un poquito añadiendo que la reutilización de material era normal en todo Bach, no solo en la Misa.
ResponderEliminarPor ejemplo, en el Oratorio de Navidad casi todas las arias y coros pertenecen a antiguas composiciones. En el caso de la Misa en Si menor, según Friedemann Otterbach se encontrarían al menos 7 composiciones previas, aunque creo que habría más, casi la decena. No voy a comentar los 7 casos, entre otras cosas porque no soy tan erudito y sinceramente, no los sé… pero sí conozco el del Crucifixus y espero que sirva de ejemplo.
En la cantata Weinen, Klagen, Sorgen, Zagen (BWV 12), donde se canta al duelo de la muerte, el bajo instrumental toca doce veces seguidas una sucesión de notas que forman con las notas de los extremos un intervalo de 4ª descendente, Fa - Do, y se han rellenado cromáticamente. Pues para el Crucifixus de la Misa, Bach, reutiliza este pasaje para el bajo instrumental y da una impresión de estatismo en su constante repetición y transcurso regular: un canto fúnebre conmovedor compuesto 35 años antes para la cantata que se volvía a utilizar!! Ya sabemos que las palabras en Bach tenían estrecha relación con la música. Y es curioso observar cómo para textos que tratan de algo que va contra la regla y el orden o describen una situación fuera de la armonía natural de la vida se utilizan pasajes cromáticos. Al parecer el uso del cromatismo en torno al campo conceptual y afectivo del sufrimiento, el dolor, el llanto o los lamentos provienen de la tradición italiana católica que resulta del deseo de hacer resaltar artísticamente la emoción anímica.
El hecho de parodiar su propia música también planteaba un problema que era el de escribir un texto sobre algo ya compuesto. Es difícil concordar la construcción estrófica de un texto, su división en versos, frases, palabras, el contenido del texto, su mensaje, el contenido afectivo… con la música ya compuesta.
Y bueno, aparte del uso de la técnica de la parodia de su propia música, habría que comentar la firme presencia del coro, al cual se le asignan 17 piezas de un total de 26, que siguen a menudo procedimientos arcaicos, sin duda renacentistas por el hecho de estar elaborados según el “stilo antico”, de sencilla impronta luterana, que obstaculiza la concepción glorificante de otras páginas según módulos típicos del catolicismo barroco.
Un ejemplo que viene al caso es el Symbolum Nicenum, que está dividido en 9 partes, de las cuales 7 son corales; cada página obedece a un diseño riguroso y geométrico con una estructura simétrica, es decir que… mmm… no se explicarlo… jajaja Bueno, a ver si con una tablita vemos la simetría mejor. Si el Symbolum tiene 9 partes…
1. Credo Coro – estilo antiguo
2. Patrem Coro – estilo moderno
3. Et in unum Dominum Solo – estilo moderno
4. Et incarnatus Coro – estilo de transi
5. Crucifixus Coro – estilo antiguo
6. Et resurrexit Coro – estilo moderno
7. Et in Spiritum sanctum Solo – estilo moderno
8. Confiteor Coro – estilo antiguo
9. Et experto Coro – estilo moderno
Este Symbolum Nicenum constituye la 2ª parte de las 4 en las que se divide la Misa, ya que la Misa en Si menor, como el Oratorio de Navidad, no fue concebida para ser ejecutada de una sola vez, si no en plan “ciclo”. No está concebida como un todo único, sus 4 partes distintas son:
1. Misa (Kyrie y Gloria).
2. Symbolum Nicenum (Credo).
3. Sanctus (sin Hosanna y Benedictus).
4. Hosanna, Benedictus, Agnus Dei y Dona nobis
pacem.
Y nada, espero que sirva…
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