viernes, 30 de septiembre de 2011

Beethoven: Fidelio

Leonore oder Der Triumph der ehelichen Liebe, Fidelio o el Amor Conyugal -Beethoven prefirió siempre Fidelio a Leonore como título-, constituye la única ópera de Beethoven (aunque siempre hay algún metafórico elocuente que nombra como tal a la 9ª Sinfonía -curiosamente, todos se olvidan de la Missa Solemnis que, probablemente, estos "elocuentes" nunca hayan oído). Beethoven comenzó un proyecto anterior, El Fuego de Vesta, que nunca llegó a concluir, por lo que, en efecto, Fidelio es la única muestra de composición operística del mismo. En realidad es más cercano al Singspiel dado que no existen recitativos sino partes habladas (aun cuando sus partes cantadas no sean precisamente sencillas).
Cherubini dijo de esta ópera que "no era capaz de distinguir la tonalidad de la obertura por las modulaciones". Paul Bekker (crítico musical, n. Berlín, 1882 – f. Nueva York, 1937) reseña que, tras la escucha de Fidelio por Cherubini en 1805, éste -que no correspondía a la admiración que causaba en Beethoven-, le envió un tratado de canto, quien, sin embargo, lo guardó cuidadosamente. Lo cierto es que, especialmente en aquella época, pleno auge de expansión del belcantismo más allá de Italia, la escritura vocal de Beethoven habría de resultar especialmente dura (aún hoy no es una ópera "fácil"). Es tras el desarrollo de la "ópera alemana", con Weber y, sobre todo, Wagner, cuando se exige tanto a los cantantes de repertorio alemán que esta ópera no constituye ya una piedra en la garganta de los mismos.
Fidelio fue estrenado sin éxito en una primera versión con tres actos, debido en gran parte a varios factores principales:
-el gusto del público vienés era más bien proclive a la ópera italiana (baste recordar la ópera mozartiana y su "debate" entre ópera italiana y ópera alemana, aunque eso forma también parte de la quintaesencia austriaca, tan Noricvm como Österreich).
-el día 15 de noviembre de 1805 entran las tropas de Napoleón en Viena (evidentemente toda la nobleza, aristocracia y cualquiera que tuviese la más remota posibilidad, había huido antes (la emperatriz lo había hecho el 9 de noviembre), con lo que gran parte del público beethoveniano se hallaba ausente), y el estreno tuvo lugar en el Theater an der Wien el día 20 de noviembre de ese mismo año. Es de suponer que los integrantes del ejército invasor no disponían de la sensibilidad musical necesaria para apreciar esta ópera.
-el argumento de la ópera, situada en Sevilla, no debía de ser de mucho interés a aquella gente: a los austriacos, porque era un hecho ocurrido en la Francia de la Época del Terror; y a los franceses, porque probablemente no serían capaces de comprender que la reubicación en lugar y tiempo de la historia era fruto de la admiración y afinidad de Beethoven por el partido de los Jacobinos y de la Revolución, o la comprendieron y despreciaron (las ideas revolucionarias de Beethoven eran ya muy distantes de la situación política francesa, imperio desde 1804).
-el elenco de este primer Fidelio no estaba formado por primeras figuras. De hecho, el bajo era tildado de "cantante mediocre y celoso".
Beethoven suprimió distintos fragmentos con la ayuda al libreto de von Breuning -no estaba conforme con el original de Sonnleithner-, eliminó el tercer acto y presentó, en marzo del año siguiente, una nueva versión.
No obstante, seguía disconforme con el resultado de la ópera y con la acogida del público. Merece ser recordado aquí que el efecto fenomenológico que la esencia de una obra ha de hacer, en general, al público, es la razón de ser de su composición -especialmente en un compositor eminentemente intencional como Beethoven-. Por tanto, cuando el editor Treitschke le propone una nueva revisión y posterior estreno (en mayo de 1814), Beethoven retoma el proyecto, llegando a la tercera y última versión, que es actualmente la interpretada.






¡Querido Treitschke!
Su satisfacción con el coro, me deleita infinitamente. Yo era de la opinión de que usted debería cambiar todas las partes, y buscar así el beneficio para usted, y por lo tanto para mi también. Empero, si usted no quiere hacerlo, prefiero entonces que lo venda directamente, y que mi beneficio fuera vendido para ayuda de los pobres, en algún modo.
Su copista y Wrantisky estuvieron aquí ayer, [para tratar] acerca del asunto; yo les dije que usted, mi digno Treitschke, estaba enteramente al cargo de la cuestión. Por esta razón, espero ahora su franca opinión. ¡Su copista es un asno! pero por otra parte carece de la muy conocida y esplendida piel del asno. Por lo tanto, mi copista ha tomado el trabajo y para el martes estará listo casi todo, y [mi copista] lo traerá todo para el ensayo.
Déjeme agregar que todo este asunto de la opera es la cosa mas cansada del mundo y estoy insatisfecho con la mayor parte de la misma y difícilmente hay alguna parte en la que en mi presente estado de insatisfacción no debiera haber[me obligado a] arreglarlo mas satisfactoriamente. Esa es la gran diferencia entre ser capaz de entregarse a la libre meditación o inspiración.

Existe una "tradición" moderna, procedente de Mahler, que es la siguiente: Dada la magnificencia de la obertura de Leonora III, (para algunos -presumiblemente Mahler entre ellos-, más efectiva que la propria obertura de Fidelio), pero dada también la imposibilidad de contradecir a Beethoven, quien decidió que fuese la obertura de Fidelio la que sonase al comienzo de la ópera, y no la tercera de las otras, la incluyen en el segundo acto, entre las dos últimas escenas o, incluso, como conclusión.

2 comentarios:

  1. Pienso que no hay reproche del que no haya sido objeto, ni elogio que no le haya sido dispensado. Podría verse en ella, quizá, dos aspiraciones musicales diferentes y habría que plantearse: ¿ópera sinfónica o sinfonía operística?

    La acción de Fidelio es novelesca y propia de una ópera, pero la música creo que se basa en una concepción sinfónica (pensemos que Beethoven compone hasta 4 oberturas de gran envergadura para su ópera). A parte, el climax alcanzado cuando Leonora decide matar a Pizarro (cuando suena la llamada de trompeta anunciando la llegada del ministro) delata la naturaleza insturmental de la obra, produciéndose el desenlace dramático a través de la música instrumental en contraposición a la palabra cantada.

    Las raíces musicales de la ópera se remontan a una cantata escrita por Beethoven cuando tenía 20 años, en ocasión de la muerte de su ídolo el emperador José II. La obra ilustraba musicalmente las tinieblas del despotismo y el fanatismo, así como la penetrante luz de la ilustración:
    "La gente ascendía hacia la luz y la Tierra giraba más feliz que nunca alrededor del sol". Beethoven empleó esa melodía en el segundo finale de Fidelio, cuando Leonora libera de las cadenas a su esposo. Primero suena el oboe, luego la orquesta toma una melodía como un himno y finalmente se incorpora el coro.

    El coro de los reclusos está también concebido como una obra sinfónica, la esencia musical recae sobre la orquesta.

    ResponderEliminar
  2. Al hilo de lo visto en clase sobre los personajes de Fidelio, creo que el más interesante por su aspecto dramático es el de Rocco. Quizá sea el personaje del que el autor nos hace una descripción psicológica algo más completa ya que de los demás sólo se describen los rasgos que están relacionados más directamente con el objetivo de la obra. En Rocco, tenemos delante a cualquier ser humano cuyas razones para actuar de ésta o de aquella otra manera son entendibles por todos. Se le reconoce la existencia de conflictos y también que el individuo está dispuesto a cerrar los ojos para no tomar conciencia de la propia responsabilidad.

    Respecto a los demás personajes, la falta de concreción podría dar lugar a conjeturas. Creo que no está claro quienes son los buenos y quienes los malos. ¿De qué lado estarían los presos? Por otro lado, es como si Florestán, el ministro y Pizarro se conociesen desde hace mucho tiempo o incluso da la sensación de que no siempre fueron enemigos (quizá se conocían de la época estudiantil, de una vida militar, o fueron compinches...). Beethoven los presenta como si tuviesen un pasado común que hace que cada uno sepa todo de los demás. Tal vez los separó la política, tal vez un crimen, de cualquiera manera, el perfil moral de estos personajes no es reconocible de inmediato, hay que estar atento al detalle que deja entrever Florestán cuando dice en su aria que él no está dispuesto a encubrir algo, el problema, que no dice qué y entonces da qué pensar...

    ResponderEliminar